"HORANGEL, EL CAMPEONATO DE BANFIELD Y LAS PREDICCIONES DE 1976." Por Sergio Smietniansky
*Dedicado
a Nestor Nocera, banfileño y peronista, quien me contó esta historia que
sucedió poco tiempo antes que él tenga que marchar al exilio.
En la
historia de la humanidad solo hubo dos astrólogos que lograron pasar a la
posteridad.
Uno
era francés, lo llamaban Nostradamus y
sus mayores dones visionarios quedaron plasmados en la obra "Las
Profecías" cuyo primer Tomo data del año 1555. Sus partidarios le
atribuyen haber anticipado la coronación de Napoleón Bonaparte, el surgimiento
del nazismo y hasta la caída de las Torres Gemelas.
El
segundo era argentino, había nacido con el nombre de Horacio German Tirigall
y fue conocido mundialmente bajo el
seudónimo de Horangel.
Su
primer libro de predicciones data del año 1963 y de ahí en mas publicó uno por
año de manera ininterrumpida hasta el año 2019.
En
casi todos lados cuando se habla del famoso clarividente argentino se hace
mención a dos de sus grandes premoniciones: el asesinato de J. F. Kennedy y el
accidentado final de la princesa Lady Di. Dije en casi todo lados, porque hay
un lugar en el mundo donde Horangel es recordado por otra cosa, ese lugar se
llama Banfield y esa es la historia que les voy a contar.
En ese
barrio existía un bar que estaba ubicado en la esquina de Rodríguez Peña y
Alem, se llamaba "La Guillermina" y como se imaginarán, ahí de lo
único que se hablaba era de Banfield y
no justamente en términos geográficos.
Una
tarde del año 1976 alguien ingresó al bar con un libro en la mano y todas las
miradas de los parroquianos se posaron sobre el sujeto. Eran tiempos donde
andar con libros bajo el brazo era motivo de sospecha, pero entenderán, que
mucho mas lo era ingresar con uno a "La Guillermina".
Pero
el libro no era cualquier libro, sino un ejemplar del anuario de predicciones
astrológicas de Horangel, el cual en una fracción de segundos empezó a circular
de mano en mano ante la atónita mirada de cada uno de los presentes, que no
podían dar crédito a lo que estaban
leyendo.
Es que
Horangel, el mas prestigioso de los visionarios de su tiempo, pronosticaba en
ese libro que Banfield saldría campeón del Nacional '76.
Hay
que reconocer que en la historia de la astrología nadie se había animado a
tanto. A Nostradamus el cuero le daba para vaticinar el asesinato de Enrique IV
o el triunfo de la Revolución Francesa, pero nunca le dio el piné para
arriesgar una ficha por el Taladro. Horangel en cambio se jugaba todo su
prestigio en una premonición mas riesgosa que la de adivinar donde se
encontraban los brazos de la Venus de Milo.
Es que
en esos tiempos Banfield no venía haciendo buenas campañas, de hecho en el año
1975 había finalizado décimo séptimo en el Metro y octavo en el Nacional.
Quizás
Horangel para hacer semejante pronóstico uso su famosa técnica de predicción
llamada "previmetría" o simplemente se enteró que Osvaldo Fani asumía
la presidencia del Club y confió en que siendo así, nada podría salir mal. Ese
dato nunca lo sabremos, lo que sí sabemos es que pasó lo que pasó.
Banfield,
bajo la dirección técnica del genial Adolfo Pedernera, arrancó el Nacional `76
a paso firme y de a poco se fue convirtiendo en la sensación del torneo. La
camiseta naranja le daba mas mística a ese equipo que contaba con un despliegue
ofensivo tremendo de la mano de Pitarch, Corvo, Orte y el Negro Miguel
González.
Se dice que muchos amantes del futbol creyeron ver que esa combinación perfecta entre el color de la casaca y el estilo de juego, no era otra cosa que un merecido homenaje a la Holanda del '74.
Y así
fue que contra todos los pronósticos, salvo el de Horangel, Banfield se impuso
en el torneo clasificatorio accediendo a jugar la zona definición, haciendo la
campaña mas resonante de su historia, desde el año '51 a esos días.
A esa altura de los acontecimientos, la muchachada del bar "La Guillermina" que no era muy devota a confiar en lo que decían los diarios y mucho menos los horóscopos, empezó a creer en algo y esa creencia poco a poco se convirtió en sueño, pero no en cualquier sueño, sino en sueño colectivo.
Hay quienes
sostienen que ese sueño se fundó en hechos concretos, otros en cambio dicen que
solo tuvo bases esotéricas. A mi ese debate me tiene sin cuidado, lo importante
es que esa gente y en ese tiempo, estaba soñando.
Pero
para que se cumpla la premonición de Horangel o el sueño colectivo, faltaba atravesar un duro escollo, ya que
había que enfrentar a Boca - ganador de la otra zona- en la cancha de Racing.
El
pueblo banfileño confiaba ciegamente en el triunfo ya que parecía imposible que
existiera alguien que pudiera torcer el destino de gloria trazado por "La
Naranja Mecánica" de Adolfo Pedernera y claro está, por la predicción de
Horangel.
Pero
ese "alguien" existió, se llamaba Alberto Ducatelli, vestía de negro
y llevaba un silbato entre sus labios.
Nunca
se supo si aquel referí utilizó dotes de alquimistas para transformar una falta
cometida fuera del área, en penal a
favor de Boca, tampoco si esa fue la causa por la que Horangel nunca ganó el
PRODE. Lo que si es sabido es que en ese preciso instante los astros enmudecieron al contemplar como un error humano era capaz de
dar por tierra con cientos de años de ciencia esotérica y metafísica.
Con el tiempo, supimos que lo del Banfield campeón no fue la única profecía errada en aquel libro de Horangel de 1976, ya que ese año en nuestro país pasaron cosas mucho mas terribles de las cuales el astrólogo no predijo ni media palabra
Pero claro está, para predecir esos acontecimientos no hacía falta ser adivino, por eso en el año 1977, además de Horangel, hubo otro argentino que publicó un texto pronosticando el futuro, se tituló "Carta Abierta a la Junta Militar" y lo escribió un tal Rodolfo Walsh..
Excelente!
ResponderEliminarQue buen relato Cherko!
ResponderEliminarQue hermosas palabras
ResponderEliminarClaro! La astrología estaba plagada de fascistas, su ideología no iba a decir nada de ese futuro nefasto. Aunque se puede decir que era un moderado,como tanto habido en Banfield, mi querido lugar de nacimiento no muy lejos de esa cervecería tan evocada con sushermosas glorietas
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