Los otros locos de la azotea - Por Queen of Hearts.

  

“Ya fue, es historia” solemos oír cuando alguien pasa al cajón del olvido alguna situación que se daba, un vínculo que alguna vez fue importante, algo que como todo en la vida deja de ser como nos gustaba. A veces se lo dice con un alivio sanador, otra con una nostalgia que puede hasta ser desgarradora. También se suele hablar de “hacer historia” pero con una intención mucho más enaltecedora, ya sea del suceso o de su o sus protagonistas.

Dentro de las historias imprescindibles, los Beatles, casi sin proponérselo esta vez, dieron su último show en vivo, cuando en el marco de las grabaciones de álbum “Let it Be” en el sótano del edificio que era la sede de su empresa grabadora Apple Corps,  situado en del 3 de  la calle Savile Row -donde están las mejores sastrerías de Londres, en las que se le han tomado medidas a gente de la realeza y a mucho nuevo rico con ínfulas- decidieron armar un show promocional.

Dicen que se venían barajando ideas –algunas insólitas-  como el London Palladium y el estadio Roundhouse; el desierto del Sahara, también fue considerada como una potencial opción, al igual que las pirámides de Giza en Egipto, e incluso el crucero transatlántico de la Reina Isabel, QE2,  pero termino ocurriendo al medio día de un 30 de enero de 1969, en la terraza de ese edificio, en medio del invierno inglés, con apenas siete grados centígrados, y poca onda de los miembros de la banda, a los que se le sumaban los problemas existenciales de cada uno. 

Parece que Paul ni siquiera estaba seguro de qué tan buena idea podía ser  subir a “la azotea” para hacer ese show, es más, lo único que los motivó fue pensar que el vivo iba a ser filmado para el documental Let it be!

Se habían presentado por última vez en San Francisco a mediados del año 1966, luego de una conflictiva  gira por Estados Unidos, con un desánimo general muy impensado para estos tipos que parecían ser los súper héroes del universo, y que terminó en un prolongado descanso de los escenarios, enfocándose cada uno en sus proyectos, hasta ese momento en el que comienza este pequeño pedazo de historia de la música moderna.

Lennon tomó prestado el abrigo de piel de doña Yoko, Ringo hizo lo mismo con el piloto impermeable rojo de Maureen, su esposa, que estaban ahí arriba, junto a otras tantas personas convertidas en el público privilegiado. Se supone que a los micrófonos les pusieron unas medias de nylon para que modere la repercusión del viento y no afecte tanto el sonido.


Así las cosas, ya enchufados al aire libre, con la gente que pasaba por la calle sin entender desde donde provenía todo eso que se escuchaba como previa, probando sonido, vecinos de otros edificios que comenzaron a abrir las ventanas, subirse a otras terrazas, y los autos que empezaron a detenerse en las inmediaciones, comenzó -visto en retrospectiva- el doloroso principio del fin para algunos, y un incordio para otros avinagrados que terminaron llamando a las autoridades policiales por los ruidos molestos que venían desde la altura. Gente sin swing hay en todos lados, sin duda alguna.  


Arrancaron con Get Back, luego de las primeras dos tomas de este tema, le siguieron “Don’t Let Me down”, “I’ve got a feeling”, “One After 909″y “Dig a Pony”. Luego repitieron “I’ve Got a Feeling”, “Don’t Let Me Down” (con un Lennon que olvidó la letra y siguió cantando cualquier cosa en su lugar, lo que generó el momento gracioso de la jornada)  y “Get Back”, por tercera vez. 

Si bien en la película se ven 21 minutos de concierto, el tiempo de esa última presentación en vivo de los 4 de Liverpool duró exactamente el doble, con cámaras tanto arriba con en las calles, registrando todo lo que pasaba en ambos lados. Además de estas canciones, la banda lanzó fragmentos de varias otras que no llegaron a ser parte de “Let It Be” así que se incluyen compases de “I Want You” (que fue publicada en Abbey Road) y “A Pretty Girl Is Like a Melody”.

Pura magia hecha realidad hace hoy, exactos 52 años, pero a pesar de todo, no pudieron volver el tiempo atrás ni reparar lo que claramente ya estaba roto entre ellos, aunque no tan así a nivel profesional, dada la calidad de lo que fue y sigue siendo su ultimo trabajo. En el mes de septiembre de ese año la banda anunció su separación definitiva dando inicio a la leyenda, linda infinita. 

Eso es hacer historia.



 

 

 

Comentarios

  1. Excelente , todo el día pensando en este inolvidable día.
    Los otros locos de la azotea que cambiaron la vida de tantas generaciones..

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares