De Fogón, Mate y otras Yerbas – Y seguimos yendo de la cama al living – Por Mariana Weingast.
“Cuando estés mal, Cuando
estés solo. Cuando ya estés cansado de llorar. No te olvides de mí, Porque sé
que te puedo estimular. Cuando me mires a los ojos, y mi mirada esté en otro
lugar. No te acerques a mí, Porque sé que te puedo lastimar.” (De Mí, Charly García,
1990)
¿Cuántos
o cuántas tienen la capacidad o voluntad de hacernos saber que pueden bancarnos,
contenernos o hacernos mierda? Lo que sea que primero pase, cuando sea que eso
pase, o porque pase; da igual. Pocas veces es posible que suceda, en esta vida cual caja de bombones, que nunca sabes lo que te
va a tocar, como decía la madre del bueno de Forrest Gump, ese tierno personaje
encarnado por Tom Hanks, allá por el año 1994.
Mínimo,
estaría bueno a veces saber qué esperar del Otro. Si, así, con mayúscula, ese término
técnico utilizado en la filosofía, el psicoanálisis o psicología, la antropología, o la sociología, entre
otras disciplinas que exceden esta publicación pero que, como idea opuesta a
la identidad propia, se intenta referir al «otro» considerado siempre como
algo diferente, con todo lo que eso (nos) implica.
Y si
hay alguien que sabe de ser diferente es Él, Charly, que nació como Carlos Alberto García Moreno un 23 de octubre de 1951,
que desde los 4 empezó a estudiar música porque en la casa se dieron cuenta que
tenía ciertas virtudes poco frecuentes para un niño de esa edad, que un año más
tarde fue diagnosticado de poseer oído absoluto cuando parece que le advirtió a
Eduardo Falú que tenía desafinada la quinta cuerda. No sé, dicen…son bolas que
se corren. No me extrañaría que haya sucedido.
Él, que por angustias que marcaron su niñez, tuvo un problema de pigmentación en la piel – vitíligo - que lo convertiría en ese señor del bigote bicolor, y que pocos deciden ignorar en su inmensidad como artista, él que junto a su compañero de escuela, Nito Mestre, creó Sui Generis en el año 1969, ese dúo folk con notables influencias de Bob Dylan, Simon & Garfunkel, entre otros artistas del género, para luego pasar a La máquina de hacer pájaros, Serú Girán y una extensa trayectoria solista que hizo y hace de Charly García uno de los referentes principales de la música popular argentina de los últimos 50 años.
Y a quién, en el día de su cumpleaños 69, le hicieron llegar -varios artistas nacionales e internacionales admirados por el poder de su obra- un video a modo de saludo y agradecimiento: Carlos Vives, Emmanuel Horvilleur, la Sole, Juanse, Nahuel Pennisi, Miranda!, Pedro Aznar y David Lebón, Kevin Johansen, Fito Páez, entre otros, son los que le rindieron un homenaje para celebrar un año más de vida, que no es poco. Y se agradece siempre.
Y
ahí nomás, a casi 40 años de la separación de "Serú Girán", Charly García, David Lebón y Pedro Aznar se volvieron a juntar en
un video que a mí me sorprendió gratamente, muy emotivo para quienes llevan el
amor por esta gran agrupación que supo estar compuesta además por el baterista Oscar Moro, fallecido en el año 2006),
para presentar la cuenta de Instagram @SeruGiranOk que en pocas
horas, logró más de 20 mil
seguidores.
"Hola,
creo que conocen mi voz. Les
quería decir bienvenidos al lugar de Serú Girán", empezó
Charly en su primer mensaje y ahí nomás se te llena el corazón de latidos. Mientras que Lebón lanzó: "Todavía no nos vamos a juntar con
Serú Girán, pero bienvenidos a nuestras redes" y dejó
abierta la posibilidad de un relanzamiento de la banda. ¿Qué decir? ¿Hace
falta que ocurra una reunión de Serú? No sé. ¿Te llena de ganas? Seguro que sí.
Simbólico momento para ese anuncio, dado que la
disolución de Serú vino casi seguida, el 28 de octubre de ese año 1982,
del lanzamiento de la carrera solista de Charly, cuando publicó por partida doble la banda sonora de la película del director
Raúl de la Torre “Pubis Angelical de Manuel Puig, y “Yendo
de la cama al living”, grabados en el mes de
agosto en los estudios ION y Panda, en lo que fue el último año nefasto
de nuestro país.
Así
que supongo que se debe haber agradecido mucho tantas grandes melodías y una lírica
majestuosa, bien a lo Charly, inspirado hasta el infinito, que además compuso y tocó todos los instrumentos,
salvo la batería electrónica y la
percusión a cargo de Willy Iturry, de G.I.T. y tuvo algunos invitados a la
atura de las circunstancias: Luis Alberto Spinetta, Pedro Aznar, David Lebon, Nito
Mestre y León Gieco. En el año 1991 EMI Odeón lo editó junto con Yendo
de la Cama al Living en un solo disco.
¿Y
que disco puede graficar mejor que este, a modo de premonición, lo que genera
este año de pandemia y de aislamiento social preventivo que nos tuvo y tiene a
muchos viviendo en modo “…Yendo de la cama al
living, Sientes el encierro, Yendo de la cama al living…”?; en ese clima ambiental
del monólogo del encierro creado por el artista, entre la guerra de Malvinas y sus
guerras personales, donde el distanciamiento frio, las ausencias, y el amor (como antídoto necesario) se conjugan en un
clásico de clásicos que años después sigue inoxidable.
Básicamente porque si hay algo que no se puede negar es que Charly fue siempre un tipo que supo describir a nuestra sociedad con esa mirada especial, humor, acidez, sarcasmo y crueldad y sin dudas, llena de sabiduría, en este caso de la premonición del encierro, casual, en este caso, pero nunca no causal. Porque su inteligencia le ha permitido ver lo que muchos prefieren evitar percibir; su sensibilidad amalgamada con su talento artístico han hecho de su vibra musical un elemento de primera necesidad para todo ser de bien, desde que con Sui Generis, le puso letra y música a nuestra idiosincrasia.
Para
graficar un poco el clima viene bien este pequeño texto sacado del libro No
Bombardeen Barrio Norte de Martín Zariello (Edit. Vademecum, 2016): "El título del tema alude a cierta idea
de encierro pequeño burgués (no todo el mundo tiene living, ¡ni siquiera todo
el mundo tiene cama!), con su consecuente carga de aislamiento social…Yendo de
la cama al living no es solo la síntesis brillante del exilio interior de
Charly García causado por el contexto político de la época (o más bien
no-político) sino que también aporta datos sobre el momento personal del
artista, que se encontraba, al igual que el país, en una transición. Pero si la
Argentina iba de la dictadura a la democracia, Charly realizaba, a nivel
artístico y simbólico, el movimiento contrario. De la etapa de sus Bandas
Eternas (Sui Géneris, La Máquina, Serú Girán) a la de sus discos eternos".
“…Podés
pasear en limousine, Cortar las flores del jardín; Podés cambiar el sol, Y esconderte si no quieres verme. Puedes ver
amanecer, Con caviar desde un hotel, Y no tienes un poquito de amor para dar…” pinta
de cuerpo entero tanta frivolidad imperante a la par de la inequidad en este mundo
donde la miseria y la muerte están a la orden del día, de la mano de una
constante falta de empatía ante el dolor que se ve por todos lados, aunque no en todos lados. Todo esto que vemos hoy ya lo veía y decía
Charly, como siempre, adelantado.
Yendo de la Cama al Living, Superhéroes, No Bombardeen Buenos Aires, Vos También Estabas Verde, Yo no Quiero Volverme Tan Loco, Canción de Dos por Tres, Peluca Telefónica (García/Spinetta/Aznar) e Inconsciente Colectivo, es la manera que tuvo Charly de darle el puntapié inicial a su carrera solista (casi nada) y que, a pesar de los altibajos producto de sus problemas de salud, nunca va a dejar de ser el punto de inflexión de todos nosotros: esos instantes que suceden de forma absolutamente inesperada, donde nada vuelve a ser como antes, como cuando le das play a cualquier cosa tocada por la varita mágica del maestro. Say No More.
Bella nota.
ResponderEliminarÚnico, de los pocos músicos que quedarán en el Olimpo de los que supieron pintar su aldea y pintar el mundo.
Larga vida Charly.