100 años de la Radio en Argentina - La magia existe

 


Micros de Radio del Plata de los años '70, '80, 90...



Bitácora - Día 160

Señora de palabra.
Fiel compañera que carga con el karma de ser oráculo de la verdad, porque si ella lo dijo , es así.
Vuela el esférico por el aire !!!
Un córner era pintado en colores por aquel relator de fútbol.
John caía frente al Dakota y llore escuchando Imagina.
Palabras y canciones en otros idiomas.
El sur tenía dolores de guerra y más canciones ahora en nuestro idioma.
La emoción de algún discurso político , en la primavera democrática.
Tantas voces de mujeres y hombres que fueron y son compañía.
Hoy cumple cien años y goza de buena salud, si llega el fin del mundo , también será trasmitido, aunque las palabras reboten en el silencio.

Osvaldo Daniel Acosta



Vivencia - Curiosa noche



¿Silencio de radio en la cárcel de la dictadura?

Nos habían confiscado hasta el derecho de escribir. Nos incomunicaron con el resto del mundo, por meses. Inclusive de nuestras familias. 

Después de  siete largos meses de tanta incomunicación tuvimos la “gentileza” de contar con el derecho a una visita mensual,  de un solo familiar,  a través de un vidrio, y por una hora.
  
No podíamos leer, ya que no teníamos libros, ni diarios, ni revistas. Ni oir radios, por supuesto. Pero… la realidad superó la ficción.

Habíamos escondido un dial, un condensador y un diodo bien diminutos; junto a un pequeño parlante de una vieja spika que teníamos antes de la requisa que nos desvalijó de libros, biromes, hojas, revistas y por supuesto, de radios.

Los que entendían del asunto se las arreglaron para que funcione a la madrugada, cuando emitía radio Nederland, desde las Antillas holandesas, y su señal podía captarse durante muy poco tiempo. 

Con ese noticiero internacional, superábamos además el aislamiento al que estaba sometido todo el pueblo argentino con el control operacional absoluto de los medios de comunicación por parte de la dictadura genocida. 

El asunto era escuchar la radio, sin que nos escuche el guardia en plena madrugada de Resistencia (Chaco). 

Y esconder la radio para que las requisas sorpresivas no la encuentren. No era moco de pavo.

Además de escuchar el noticiero; mejor dicho, ese noticiero, debíamos, solos en una celda y casi a oscuras, escribir lo que escuchábamos en papelitos de cigarrillo para armar. Así compartíamos con el resto de los compañeros, y evitábamos que se nos olvide alguna información.
 
Y lo hacíamos. Nos turnábamos entre hacer de campana al compañero encargado de captar las ondas y transcribirlas por escrito; o de operar la única herramienta que nos comunicaba con la verdad de lo que acontecía en el exterior. 
 
Seguramente todavía deben estar bien guardados en algún canuto del pabellón 4,  ese diodo, condensador, parlante y dial. Nunca cayeron.
 
En el día de la radiofonía, mi emotivo homenaje como ex preso político, a los inventores de un medio de comunicación que nos permitió superar muros y barrotes, censuras, y hasta la propia ley de radiodifusión de la dictadura en nuestro país… en plena dictadura, y en las peores circunstancias. 
                                                 
Prof. Juan Eduardo Lenscak





Héctor Larrea, Bobby Flores y Lalo Mir


Invitada por Fogón y Mate a reflexionar acerca de la radio en el día del centenario  de la radiofonía argentina, se me vienen a la memoria desde diversos momentos de mi niñez,  alrededor de alguno de los aparatos desde los cuales mis abuelos escuchaban noticias o partidos de fútbol, primeros acercamientos a la magia, hasta las emisoras desde las que empecé a enamorarme de la radio, como concepto que englobaba la comunicación con el descubrimiento de historias, bandas de música a las que adopté por siempre a partir de escucharlas ahí, temas musicales que hoy me siguen marcando a fuego y aún recuerdo en que programa los escuché por primera vez.

Eso, sumado a la fantasía que me generaba imaginar cómo eran las caras desde las que salían aquellas voces, mucha de ellas, que hoy sigo amando, aunque muchas quedaron por allá, en el camino, puedo decir que aprendí mucho de cada programa que seguí, de cada interlocutor que me habló sin saberlo, hasta terminar, sin haberlo soñado siquiera,  del otro lado, siendo parte de un proyecto radial con gente amiga, hecho a pulmón y con muchas ganas de volar. 

La magia también se hizo presente ahí, y mientras se mantuvo me hizo feliz. Por eso, larga vida a la radio, amiga incondicional.

 


Mariana Weingast.



La venganza será terrible - A. Dolina, G. Stronatti, G. Rolón 



La radio: la más representativa de Lxs Trabajadorxs

A 100 años de estar en el “Aire” la radio supo ser “la mejor compañera”.
De entre los medios de comunicación con algún grado de masividad ha sido la radio (quizás la menos masiva de las masivas), pero la más “ llegadera” de las líneas de comunicación con las realidades que no se prestan a ser 
comercializadas fácilmente.

Quizás como hermana mayor de la TV tuvo sus ventajas y los recuerdos son infinitos. Pero también como abuela de las redes sociales, estamos frente a una viejita muy moderna y atractiva.
Una metáfora demasiado estética quizá.
Pero como cronista de la historia, cuando dejó de tener una voz predominante hasta que apareció la televisión, supo transmitir además de las novedades, nuestra forma de vida. 
Y cuando digo nuestra, digo la de los y las trabajadore/as.

Porque no olvidamos nunca que la comunicación se da cuando se trasmite sino también cuando se ejerce el derecho de ser comunicado/a.
En argentina, los soles de la patria y las sombras del país, fueron radializados.
Las muertes de Eva y Perón y el taconeo de la dictadura militar, fueron quizás las últimas noticias de una época que cambiaría otra vez. 
Y con la época, las formas.
En los años noventa, en el punto más crítico de la representación política, las organizaciones de trabajadores y trabajadores desocupados, fueron encontrando maneras de comunicación más artesanales, y ahí estaba, “la Mejor compañera”, LA RADIO.

Radios que sobrevivieron a requisas, golpes, y destrucciones de todo tipo, radios que han quedado en el camino y las que quedaron en algún proyecto escrito. ¿Por qué no reivindicarlas?
Fue así como atravesando los 90 las organizaciones trabajaron durante más de 20 años para pensar una comunicación posible por fuera del mercado. 
Y el medio por excelencia fue la radio.
Las universidades tienes su radio, los sindicatos, iglesias, municipios… 
Los pueblos tienen su radio…

Así es como llegamos a virtualizar este medio tan cercano. Sigue siendo el sueño de cualquier grupo organizado, difundirse a travez de la radio. 
Y la internet, las redes sociales, ya no son un problema. Sino una solución.
Es entonces que estamos a una herramienta infalible.
Básicamente porque es la más cercana a lo que somos, a lo que vivimos, a lo que necesitamos en cada barrio, en cada comunidad.
La radio, es la mejor amiga de la comunidad organizada.
Y eso que no entramos al temita de la poesía de estar en el aire. 

Loi Leal




Antonio Carrizo - Sergio Marchi - Radio Rivadavia




LA RADIO


Empecé a escuchar radio en compañía de mi madre, cuando todavía no había llegado el primer televisor a casa. De esas primeras escuchas sólo una me quedó grabada, la de los primeros comunicados de la Junta Militar que manoteó el poder el 24 de marzo de 1976.

Cursaba el tercer año del bachillerato por la mañana, así que las primeras emisiones radiales de esos malditos comunicados me dejaron sin poder tragar el desayuno.


El frío y el hielo de las frases leídas con tono marcial nos estremecieron largo rato.


El mundo, el país entero con su carga de desgracias se nos cayeron encima.


Dimos vueltas por la cocina y el comedor sin saber muy bien qué hacer.


Si lo decía la radio era verdad. La historia cambió para siempre, pero elegí para charlar la suspensión de las clases hasta nuevo aviso. No tenía que ir a la escuela, y en vez de quedarme a tomar mate con mi madre, elegí meterme a la cama de nuevo, con la excusa de aprovechar el tiempo libre para descansar.


Empecé mucho después a escuchar radio por mi cuenta, con Radio Bangkok. Ya en democracia me crucé con la voz y los relatos sobre mitología griega de Dolina y me enamoré hasta hoy. Tengo que confesarlo, escucho la radio donde está Dolina, sin más.


Hice radio varias veces, las primeras en algunos sucuchos de barrio que pululaban en los primeros años de democracia.


La última en la Radio Germán Abdala de ATE Capital en un programa llamado Negras Calabazas, en clara alusión a la frase de Cristina “esta noche me convierto en calabaza”.


Confieso también que detesto el formato “on line” que incluye camarita por el face o instagram, eso no es radio para mí, que no tengo la menor idea de lo que es hacer radio…

Pensar la radio me trae un tema que escuchaba con pasión, aprovechando cada segundo que acertaban a transmitir para mi deleite, Ojalá, de y por Silvio Rodríguez.

                                                                                                                                 Marisa Cecilia


Ojalá - Silvio Rodriguez



La radio me recuerda aquellos años dónde no teníamos casi nada, sólo nosotros (mami, Nancy, Gonzalo y yo) sin TV ni heladera; la radio era nuestra compañía las 24 hs, nos dormíamos con algún lento de los 80 y nos despertábamos con un chamamé...
Fueron tiempos difíciles pero nada que no hayamos podido superar cómo familia.
La radio siempre estuvo y está...

Vanesa Quintana




Niní Marshal y Juan Carlos Thorry - "Cándida"




La radio es y fue un medio de comunicación importante y mis mejores recuerdos en relación a su rol fueron el radio teatro y los partidos de fútbol de los días Domingo, cuando el relato nos traía las mejores emociones, lo vivíamos y lo disfrutábamos como si estuviéramos en el estadio, dónde se disputaban los grandes clásicos de Boca y River. 
Se podría hablar y enumerar muchas cosas transmitidas por la radio que sin lugar a dudas también ofició de compañía tanto en los mejores y difíciles momentos vividos en nuestro país.

Silvano Villagra





Alejandro Apo "Me van a tener que disculpar" - Todo con afecto




La radio cumple 100 años, y realmente un fenómeno internacional que cumple no solo con la función de informar si no también de acompañar, cambiarte el humor y hasta hacerte llorar cuando escuchas esa canción que te toca las fibras mas íntimas, tener el recuerdo de mis abuelos escuchando ese aparatejo tipo caja con una lucecita tenue que concentraba las miradas mas atentas a la hora de escuchar el informativo, gran compañera de los músicos también, que gracias a su labor podemos ayudar a entretener a los oyentes y a su vez a difundir nuestra obras, hoy en día tenemos desde las AM tradicionales hasta radios por internet, y el hecho de crecer en toda su amplitud nos demuestra que estos 100 años son solo el principio de esta gran celebración.


Sebastián Rodriguez




Elizabeth Vernacci, Mario Pergolini - "La negra pop" 




Rally Barrionuevo - Feliz cumpleaños mama y Chacarera del sufrido (Disco "Radio AM") en Cadena 3



Comentarios

  1. Que sería de nuestras vidas sin la radio?
    Bello trabajo colectivo para homenajearla.

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