Te queremos tanto, Charly - #charlygarcia #70años - Por Fogón y Mate

 

Desde que se editó el primer disco de Sui Generis hasta su último álbum, Charly García grabó más de 40 álbumes de estudio y en vivo como solista y con las agrupaciones que integró: Sui Generis, PorSuiGieco, La Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán, dejando para la eternidad la banda de sonido de la argentinidad, le guste a quién le guste; y al que no, lo lamento un montón.

Diagnosticado desde muy pequeño como prodigio por tener oído absoluto, él, reconocido por ser el señor del bigote bicolor, y que pocos pudieron y pueden ignorar, ya sea por su inmensidad como referente imprescindible de nuestra música popular, o por esa locura que muchos creen que lo aqueja, admirado e incomprendido, y que acaba de cumplir 70 años de vida, supo exponer a nuestra sociedad de la mano del arte, con su inteligencia y su mirada y verborragia sin filtros, dando con pinceladas sonoras cargadas de humor, acidez, sarcasmo, componiendo, mejor o peor según las décadas, pero en cualquiera de los casos, para la eterna eternidad.



Adelantado e intrépido, gritó en lenguaje de rock a todo el que quisiera escuchar, lo que mostraba la tele, la calle, los diarios, y hoy también las redes sociales - frivolidad, inequidad, miseria, falta de empatía ante el dolor, males que siguen vigentes - expresado con pocas palabras sencillas pero siempre certeras “…Podés pasear en limousine, Cortar las flores del jardín; Podés cambiar el sol, Y esconderte si no quieres verme. Puedes ver amanecer, Con caviar desde un hotel, Y no tienes un poquito de amor para dar…” para lo cual vino a ofrecer el antídoto perfecto "No importan el lenguaje ni las palabras Ni las fronteras que separan nuestro amor Quiero que me escuches y que te abras. Le estoy hablando, hablando, hablando a tu corazón...".

Como puede leerse en el libro “El Amor Líquido” del sociólogo alemán Zygmunt Bauman, “…La religión del bonus track termina por eliminar de nuestras elecciones no sólo la noción del compromiso con una idea o una persona: también elimina la oportunidad y la viabilidad de eso tan humano que se llama proyecto. Todo proyecto florece si prospera en el tiempo. En el reino del parpadeo y lo instantáneo, nada ni nadie parecen merecer que les demos tiempo”.

Sin dudas, no hablaba de Charly. 

Say No More.

                                                                     Mariana Weingast     



Charly:

Queríamos bebernos la vida de un sorbo.

Estábamos hambrientos de verdad.

Y apareció él para enseñarnos.

Que había que mamar la libertad.

Que él nos podía estimular con solo cerrar los ojos.

Y sobre todo nos enseño que los DINOSAURIOS van a terminar desapareciendo.

En esta época de tanto hits efímeros y de tanta mediocridad.

Llegó a los 70 años.

Uno más.

Ya es inmortal.


#charlygarcia  #70años

Quizás porque crecí con su música, que siempre era distinta y me marco desde que tengo memoria, los primeros casetes de Sui Generis regrabados en algunos casos y las letras escritas a mano por mi querida amiga Lorea recuperándose de una operación de juanetes en una adolescencia en dictadura.

De esa época quedaron: Vida, Confesiones de invierno, Instituciones (Disco premonitorio con letras tan filosas que algunas no pudieron zafar de la censura)

Los magos, los acróbatas, los clowns
Mueven los hilos con habilidad,
Pero no es el terror a la soledad
Lo que hace a los payasos
Uno rojo, otro blanco,
Y a los viejos rompen la voz
Para cantar?

"Oye, hijo, las cosas están de este modo,
Una radio en mi cuarto me lo dice todo."
­No preguntes más!"
"Tenés sábados, hembras y televisores,
Tenés días para amar aún sin los pantalones."
­No preguntes más!"



Despertar al "Rock Nacional" de la mano de un amigo y descubrir que además de Sui Generis estaban Manal, Vox Dei y su mítico disco La Biblia. Pero siempre estaba Charly con sus letras y sus músicas de avanzada. ¿Que decir de las Máquina de Hacer Pájaros y el brillo de unos teclados propios de la era sinfónica que sonaba del otro lado del océano? Como muestra de las letras siempre con mensajes velados queda como muestra Hiper Candombe, confrontando con la música liviana que sonaba en las radios nacionales:

“Cuando la luz de gas y alquitrán
cubra tu cuerpo podrido
toda tu caretez, mi amigo, no tendrá sentido
y si te asusta este canto final
o no le encuentras sentido
podes cambiar el dial
y escuchar algo más divertido.”
   



Luego la etapa de Serú Giran en plena dictadura y otra vez la lucidez de Charly, que nuca la perdió hasta el día de hoy, con una carrera monumental, variopinta pero con el sello García,  para decir entre líneas lo que otros no se atrevían o ni siquiera se atrevían a decir, no es un tema menor los años de plomo con una dictadura que marcó a hierro y fuego la historia argentina. 

Allí quedaran en la memoria musical canciones como La grasa de las capitales. Alicia en el país, Encuentro con el diablo (que relata un encuentro con un coronel en plena Dictadura) No llores por mi Argentina, José Mercado (Época del deme dos) Mientras miro las nuevas olas, Eiti Leda. Desarma y Sangra, que no vino a decir bienvenidos a la realidad, vivir solo cuesta vida.

Y agradecidos de poder decir que esa vida nos permite hoy estar celebrando al maestro, que es nuestro.  Y a mucha honra. 

A tu salud genio! 



Osvaldo Daniel Acosta


Las veces que Charly me voló la cabeza.

Charly tiene el récord de ser el músico que más veces me voló la cabeza. Algunos dicen que es el Maradona de la música argentina, yo propongo que es el Julio Verne porque descubrir cada una de sus canciones me transportó una aventura distinta. No recuerdo cual fue la primera, tal vez era un niño muy pequeño. Por eso elegí 7 temas, uno por cada década de su vida. La más maravillosa sin lugar a dudas fue Fantasy. Viaje a la costa en micro, 8 largas horas para pasar acompañado de discos de los ochentas. Elegí escuchar por primera vez Como Conseguir Chicas. En el momento donde Fantasy comenzaba, con ese piano tan dulce y la voz diciendo “Siempre que salgo tengo al lado un monitor, y no se quien está ahí”, entre las nubes del campo pampeano, daba paso a un rayo de sol, como cuando personifican a Dios en los dibujos animados. Durante el transcurso del track el atardecer llegaba. Charly gritando “Fantasy es un lugar del que nadie puede regresar” mientras recorre todo el piano con sus dedos y yo, viendo el cielo pasar de celeste a rosado contrastando con el verde de la llanura. 




Otro Charly que me volvió loco es el los corazones rotos. Ya lo dijo, es romántico, no boludo. Sensible, pero real, poeta de las contingencias. Con Im not in love me sentí identificado cada vez que me sentí lejos de encontrar mi alma gemela (si es que eso existe), mientras que con la versión en vivo de Asesiname, me vi frente al dramatismo del desamor, la sensación de soledad y desesperación ante una persona que te da “con cuentagotas” su amor. Pero a su vez algo que dice la anterior -y que enlaza ambas- es: “para aburrirme, prefiero sufrir”. Con eso me explicó mis propios sentimientos. 

También es el poeta de las contingencias en lo social y político. Charly se ha burlado una y otra vez de lo careta de nuestra sociedad. Con Mr Jones o pequeñas semblanzas de una familia tipo deliré imaginando a esa logia de asesinos disfrazados de familias “normal”. Más bien pensando , mientras más aparente ser normal, más “muertos” esconden. Se ríe de aquellos que ocultan sus falencias humanas. Lo mismo hace con Bancate ese Defecto. “Y los chicos y las chicas nos hacen nada por cambiar”, les dice a los jóvenes frívolos que buscan bellas e irreales apariencias pues son fabricadas, idealizadas y vendidas: “aunque te arregles las gomas, nena, seguirás siendo rara”. 




El tema es una mezcla de salsa y rock new wave, frenético como todo el disco Clics Modernos. El disco entero me voló la cabeza, como el meteorito que extinguió a los dinosaurios para mi cerebro adolescente. En mi vida hay un AC/DC: Antes de clics/Después de Clics. La canción que abre al disco es Nos Siguen Pegando Abajo. El desenfreno de ese tema, cuando lo escuché por primera vez recorrió todo mi cuerpo dando una nueva forma de vivir la música. Charly canta casi sin respirar, corre con la música que va rápido. Cual patada eléctrica te atraviesa, no sin dejar secuelas. No era la primera vez que me ocurrió con Charly. Luego de un breve coro a lo Queen, La Grasa de las Capitales provoca esa misma energía cinética en el cuerpo. Por momentos acelera tanto que es difícil seguirla, hasta que frena de golpe. Teclados, guitarras, solos de baterías, todo convoca a que la carne y el espíritu se desprendan de la realidad. Eso es Charly: el que te detona la mente con algo más potente que cualquier dinamita: la música, SU música.  

Nicko Granato

 

 


Comentarios

  1. Sin dudas hay un Charly García para cada uno, es la banda de sonido de nuestras vidas.

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