Desde el mar... - por Gabriela Posse
Después
de las plantas,
los
placares.
De
limpiar la cocina,
los
estantes.
Después
de aquellos libros,
los
llamados,
la
siesta postergada,
esa
receta.
De
limarte las uñas,
depilarte.
De
jugar solitario,
de
peinarte.
De
contar el machimbre,
de
pintarte...
Llega
el silencio manso,
la
mirada profunda
después
del torbellino
Es
tiempo de encontrarse...
Cayó
la tarde...
Otro
domingo se escurrió en el horizonte
otro
domingo
que
no es cualquier domingo...
Es
un domingo
que
no promete lunes por la mañana.
Un
domingo silencioso,
de
calles solitarias.
De
amores en penumbras,
de
puerta adentro.
De
mates en soledad.
Domingo
de pensar
y
de pensarte...
De
guardar el amor
para
que no nos dañe...
Otro
domingo
distinto
donde
la mayor prueba de amor
es
tenerte lejos...
Se
apagan las luces en mi
Y
la gente anda y anda...
Se
me acaban las fuerzas
Las
ganas
El
amor
Y
la gente anda, anda...
Se
me acaba la fe
La
esperanza
El
futuro
Se
me olvida el pasado
El
olvido
El
valor
Y
la gente anda ...
Abanicos
de luciérnagas en noches de verano,
arrullo
tibio de chicharras.
Noches
largas como la esperanza.
Oscura,
como
las penas.
A
veces tristes...
Ausentes.
Como
las palabras
que
ha llevado el viento...
Cuando
la lluvia se lleve tu nombre
y el horizonte se tiña de gris.
Cuando
el recuerdo de cada momento
le
insista al alma que aún estas aquí.
Cuando
la noche silente y oscura
cubra
los pasos que dejaste al partir.
Veré
por fin deshacerse tu imagen,
morir
los sueños que están por venir.
Desnuda
el alma y la piel de tus besos
Recién
entonces volveré de tí...
A
ciegas,
de
memoria.
A
kilómetros de distancia te percibo.
Desde
cada lugar me llega tu perfume
y me llena el alma de recuerdos.
Se que
te tendré por siempre
aunque
no te tenga...
Es
por eso, tal vez que
sos
el único lugar
del
que no sé volver...
Y
entonces me di cuenta,
porqué tus sueños y los míos
No
eran los mismos...
Como
podrías entenderme
si
mi patio tiene una lamparita.
Y
el tuyo cinco...
Bello, muy bello.
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