DE FOGON, MATE Y OTRAS YERBAS - Hoy, Nunca dejes de llamar a Saul! Por Mariana WEINGAST

 

El 20 de enero pasado se cumplieron 15 años del lanzamiento en TV de Breaking Bad, la archifamosa historia que, como todos saben (incluso quienes no la vieron) tiene como eje a Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química que haciendo uso de su talento, termina cocinando metanfetamina, junto  a Jesse Pinkman, uno de sus ex alumnos, para dejarle asegurada la tranquilidad económica a su familia (Skyler, su esposa embarazada y Walter Jr. su hijo con problemas neurológicos y motrices) luego de ser diagnosticado con una enfermedad terminal.

Serie adictiva (perdón, pero ese es el término que aplica) a pleno, que transcurre en forma vertiginosa en Albuquerque, Nuevo México, una especie de western moderno, gracias a la trama y a la escenografía natural, donde tanto el protagonista como toda la galería de personajes laderos y colaterales, brillan por completo a lo largo de las 5 temporadas que duró la serie que terminó allá por 2013.

Pero el epicentro, hoy, se lo lleva Saul Goodman (Bob Odenkirk) un personaje pensado, en principio, para no más de un par de capítulos (como muchos otros) pero que terminó reinando hasta el final de la historia, ganándose su propio spin-off, “Better Call Saul” (de la cadena AMC del año 2015, que se puede ver en Netflix o donde sea que la encuentren) y que en el mismo escenario casi desértico, nos muestra el inicio, despegue, ascenso y declive de James “Jimmy” McGill (luego Saul Goodman o su última identidad, Gene Takavic), antes (y después) de convertirse en el histriónico e inescrupuloso abogado defensor de todas las lacras que se le cruzaban por la puerta de su despacho, que hizo su aparición en el capítulo 8 de la temporada 2 de Breaking Bad.



Y después de 7 años de haber sido sistemáticamente nominada al igual que ignorada a la hora de repartir las estatuillas, el pasado 15 de enero, en la entrega del “Critics Choice Awards”, la temporada final se llevó tres galardones: mejor serie dramática, mejor actor principal y mejor actor de reparto para el mencionado Odenkirk y Giancarlo Esposito, que nos deleitó con su Gus Fring, respectivamente, reconociéndola como una de las series más aclamadas por la crítica y una de las grandes favoritas del público.

Creada por los también premiados Vince Gilligan y Peter Gould, quienes se superaron a sí mismos luego de Breaking Bad, que nos adentraron en el mundo de este estafador, ex –convicto devenido en abogado, con todas las circunstancias personales y familiares que le fueron delineando la identidad, sumado a los vínculos más cercanos,  especialmente Howard Hamlin (Patrick Fabian) cofundador de Hamlin, Hamlin & McGill, socio de su hermano Chuck McGill (Michael McKean) donde Jimmy comenzó su carrera, o Kim Wexler (Rhea Seehorn), su compañera todoterreno,  que fue ganando un protagonismo imprescindible, no solo para Jimmy sino para todos los espectadores, que nos aferramos a ella como una tabla de salvación en medio del maremoto de sensaciones que es Better Call Saul.


Porque, sin hacer abuso de los personajes más emblemáticos de Breaking Bad, sino con algunos guiños nomás, estos dos creativos supieron encontrar el espacio adecuado para algunos viejos conocidos (Gus Fring, como el emperador de la venta de metanfetamina bajo la fachada de la casa de pollo frito Los Pollos Hermanos, la familia Salamanca, el entrañable, tierno y despiadado Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks), investigador privado/matón/cara de culo, y algún que otro más, como conectores entre ambas series, pero dándole vida a otra galería interminable de nuevos personajes, como por ejemplo Nacho Varga (Michael Mando) y Lalo Salamanca (Tony Dalton), que de ser mencionados al pasar en el capitulo debut de Saul, pasaron a cobrar un protagonismo de alto vuelo y calidad inigualable, despegándose, en líneas generales, de su predecesora más allá del inevitable parentesco. Incluso es posible verla sin haber pasado por Breaking Bad (salvo en la temporada 6 donde vienen a unirse las dos puntas que fueron el comienzo del final de una serie y la otra).


Sobre la base de un guión inteligente, hecho bien a fuego lento, que se evidencia en las escenas más cautivadoras, apelando más a los climas tenues y silenciosos pero con mucha entrega visual y excelente fotografía, con el blanco y negro oportuno y revelador, se logró que la casi obvia/esperable serie de abogados/criminales/narcos, sea una pintura casi poética, con momentos inesperados, a veces frustrantes, con diálogos sublimes, reflexiones profundas, rincones donde la psicología y filosofía de los personajes dejan espacio para grandes sutilezas y momentos conmovedores, pero sin que deje de ser una trama turbia, sin que deje de doler, de asustar, de preocupar, sin dejarnos de hacernos sentir un nudo en el pecho a cada rato, como en cualquier producto del género. 


Llena de suspenso, a veces agobiante, con innumerables ganchos o cliffhangers que te dejan en un preinfarto, el vestuario adecuado en maridaje perfecto con una paleta de colores que identifica la esencia de cada protagonista, quienes tuvieron su chance de lucirse y ganarse un lugar único e irremplazable, y la música elegida con un exquisito buen gusto, Better Call Saul es la perfecta suma de un trabajo de dirección, producción, postproducción y edición, digna de la cinematográfica de alta gama. Y como detalle especial, varios capítulos de la última temporada fueron dirigidos por algún que otro protagonistas, logrando que cada mano le diera a la serie un toque distintivo.

"Es ridículo que yo esté aquí arriba con esto y no contigo y con tu premio. Eres maravillosa", dijo Odenkirk hacia Rhea Seehorn, la maravillosa Kim, nuestra Kim, tal vez uno de los mayores logros de la serie. Y siguió diciendo al momento de recibir su premio por Mejor Actor: “Quiero dar las gracias a Vince Gilligan y Peter Gould por darme esta oportunidad. No he hecho nada para merecerme este papel, pero espero habérmelo ganado a lo largo de estas 6 temporadas”, sin poder contener la emoción.

Es qué si bien es entendible la alegría de todo ese equipazo luego de alzarse con varios premios, suelo creer que estos no van siempre de la mano con la calidad del producto que a veces no es reconocido. Pero, para una obra como ésta, tal vez sea un raro halago no ganar un premio, porque de este modo se concluiría en que Better Call Saul es mejor que otras series similares, y, la verdad es que no se parece a ninguna, ni aún a Breaking Bad, con la que muchos necesitan compararla, a veces para desmerecerla porque vino después, tal vez por pertenecer al mismo universo y no ser tan como ella, o por esa clásica y mediocre necesidad de hacer de todo un Chevy/Ford, un Maradona/Messi, un Boca/River, o Redonditos/Soda Stereo. 

Pero la realidad es que ellos, todos los que forman de un modo u otro, parte de lo que es Better Call Saul, ya venían siendo los campeones del mundo mundial desde hacía mucho tiempo, por haberse ganado la admiración de su público fiel, que no es poca cosa.

Véanla. 

En cualquier momento la arranco de nuevo, y seguro me voy a encontrar con infinidad de detalles hermosos que se me pasaron por alto.

 


 

 

 

 

 

Comentarios

  1. Hermosa serie... Merecidísimos (aunque tardíos) premios y muy buena descripción la que hiciste. Así son de adorables los personajes y de bella la serie. También la voy a retomar. Ángel de Merlo, Bs. As.

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  2. 👏👏👏🌹👏👏

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