La corta e intensa vida de un gigante - Por Sergio M.
(En este espacio rescataremos hechos y personajes de nuestro deporte, injustamente olvidados y relacionaremos sus historias con algunas elecciones musicales -bastante eclécticas por cierto- que ilustren las narraciones)
Hoy vamos a retroceder hasta la
década del 80, época en la que yo vivía en La Plata. Por esos años, también se
instaló en la ciudad Jorge “El gigante” González, contratado por Gimnasia y
Esgrima para jugar en su primer equipo de básquet, que por entonces disputaba
el ascenso a la Liga Nacional. Era común
verlo, joven y desgarbado, caminar por las calles platenses cual Gulliver en
tierras de Liliput.
González -nacido en El Colorado,
Formosa, en 1966- comenzó a jugar al básquet casi por casualidad.
Cuentan que a sus 16 años, una mañana cualquiera se levantó como todos los días en la casa materna y se fue a jugar billar al bar del pueblo. Allí, le pidieron que fuera al almacén de enfrente a comprar algo. Por casualidad se cruzó con él un viajante allegado al Hindú Club de Chaco, que al verlo no dudó en conectarlo con la institución, que al conocer su altura (2,17 metros a dicha edad), lo contrató rápidamente. Trasladado a Resistencia comenzó primero a practicar y aprender los rudimentos del deporte, y luego a jugar.
Tiempo más tarde, cuando González
ya contaba con 19 años, León Najnudel,
quién era entonces entrenador de la selección argentina, recomendó a la directiva de Gimnasia y Esgrima La Plata
fichar a González para su equipo, que militaba en la segunda división. Durante
1986, González ayudó a Gimnasia a llegar a la primera división argentina.
Luego, pasaría a Sport Club de Cañada de Gómez, pero una lesión le impidó jugar
por 9 meses.
Lo interesante es que en todo
este tiempo, El Gigante, no paró de crecer, llegando a medir 2.32 m, lo que lo
convierte en el jugador más alto que haya jugado la Liga Nacional de Basquetbol.
Este crecimiento tenía como causa una enfermedad congénita, sufría acromegalia.
El propio Najnudel lo convocó a
la selección, en la que se destacó en el Preolímpico de Montevideo en 1988, lo
que hizo que el basquetbol mundial pusiera sus ojos en él.
Ese interés desde el exterior, lo
transformó en parte de la historia del baloncesto argentino al ser el primer
jugador del país seleccionado en el draft de la NBA. Lo eligieron los Atlanta Hawks en
el draft de 1988 y, aunque
entrenó con el equipo, no llegó a debutar en dicha liga, debido a que, en primer
término se le obligó a hacer un estricto régimen de comidas para adelgazar al
menos 20 kg. Cumplido tal objetivo, se vio que su juego no era tan bueno como
para el torneo más competitivo del mundo; en un lugar en el cual ya no era el
único gigante, sus movimientos lentos y
anunciados lo hacían presa fácil de la marca, lo que motivó su salida de la
NBA.
En ese momento, tuvo
la suerte de que Ted Turner, dueño de la franquicia Atlanta Hawks, y que tenía otras
inversiones deportivas, lo eligiera para participar en una de ellas, la lucha. En
este nuevo deporte debutó en 1990, convirtiéndose prontamente en un éxito en
Estados Unidos, país en el que se convirtió en una figura popular y mediática,
teniendo apariciones en series, protagonizando videojuegos,
existiendo hasta muñecos con su personaje.
En
1993, luego de un cambio de empresa contratante, recorrió el mundo, instalándose un año después en Japón
para combatir durante un tiempo, hasta que debió retirarse a causa de las
lesiones.
En
1995 volvió a Argentina y comenzó a sufrir una diabetes que, sumada a su
enfermedad congénita, le trajo diversos
trastornos que lo postraron en silla de ruedas desde el 2002 hasta el 24 de
setiembre de 2010, fecha en que falleció, en Chaco, a causa de una
descompensación.
Lo
que no pudieron sus rivales en más de 1000 luchas a lo ancho del mundo lo
pudieron las dos enfermedades combinadas: ser las asesinas del gigante.
Y justamente, los dejo con Ozzy Osbourne y su "Killer Of Giants" para cerrar esta historia.
Realmente un tipo que tuvo mala suerte, muy poca gente se acercó a darle una mano para lidiar no solo con sus enfermedades sino también con su pobreza
ResponderEliminarSi es cierto ,totalmente de acuerdo con el anterior comentario a veces la vida nos depara estas injusticias era un buen tipo y muy humilde x cierto necesitaba q le dieran una mano ,podria su vida haber sido distinta ,buena nota amigo a seguirrrr
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