De Fogón, Mate y otra Yerbas – Hoy, Sombras en la Lluvia. Por Mariana Weingast
“Me desperté con mi ropa otra vez
esta mañana, No sé exactamente donde estoy; Y debería prestar atención a la
advertencia de mi médico; Él hace lo mejor que puede conmigo. Dice que sufro de
delirios; Pero estoy tan segura de que estoy cuerda; No puede ser una
ilusión óptica; Entonces, ¿cómo lo podes explicar? Sombras en la
lluvia…”.
Así, a la ligera, pareciera una
descripción cualquiera del amanecer de cualquiera, seguramente uno lluvioso,
tal vez melancólico como el de hoy, 2 de septiembre, o de algún que
otro de este inmanejable calendario 2020; amanecer de mirada perdida hacia un
punto fijo de la nada misma, mate amargo en mano, sin dramatizar pero sin
reaccionar.
Parece o puede parecer, pero no.
Es la traducción de parte de la letra
de un tema de The Police, aquella gloria de inglesa de los 70`s y 80`s,
influencia de muchos artistas y bandas que vinieron luego, no a ocupar su
espacio - porque nadie lo hizo - sino a reconocerlos como lo que son: un eslabón
perdido, que con unos pocos discos de estudio, Outlandos D´Amour, Reggatta De
Blanc, Zenyatta Mondatta, Ghost in the Machine y Syncronicity, más otros en
vivo, y algunas rarezas, pasaron a formar parte de los imprescindibles
eternos de cualquier amante de la música en general y de la moderna en
particular.
Trío conformado por músicos de alta
gama por su virtuosismo como instrumentistas y exquisitos como compositores:
Sting en bajo y voces, Stewart Copeland en batería y Andy Summers en guitarra,
lograron, a mi modesto parecer, una evolución que arrancó con un rústico
punk para nada rebelde, dada la impronta de los tres músicos, pasando a un
costado reggae coqueteando con alguna cuota de psicodelia/rockera/popera/jazzera
con variadas influencias de las músicas tribales y sus característicos
sonidos vocales, que, si me preguntan, no puedo llegar a encasillar
en ningún estilo muy definido.
Por eso digo lo de eslabón perdido. Por eso, entre otras razones, los creo únicos e irrepetibles.
“Sombras en la Lluvia”, o mejor
dicho “Shadows in the Rain” es el tema del que hablaba al comienzo, y forma parte
del tercer disco de la banda, Zenyatta Mondatta, editado en
1980, y que incluyó los singles Don't Stand so Close to
Me y De Do Do Do, De Da Da Da y tres temas
instrumentales: Voices Inside my Head (en el cual únicamente se
escucha un coro que repite una y otra vez tan solo dos frases cortas) The Other Way of
Stopping y Behind My Camel, que dan cuenta del talento de esta gente.
El álbum ganó dos premios Grammy en las categorías de mejor interpretación rock por un dúo o grupo con vocal por Don't Stand so Close to Me, y mejor interpretación instrumental de rock por Behind My Camel, y a pesar de haber sido bien recibido por la audiencia y los medios, es el único disco de The Police que no aparece en la lista de Rolling Stone de Los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.
¿Es un dato importante? Ni un poco.
"Driven to tears" , "When the World is Running Down, You Make the Best of What's Still Around", "Canary in a Coalmine" "Bombs Away" y "Man in a Suitcase" son el resto de los temas que conforman el disco, segundo de la banda en ocupar el puesto número 1 en Reino Unido y Australia, mientras llegó al número 5 en Estados Unidos, y aquel en el cual comenzó a aparecer la crítica social con carga política en algunas letras, que se haría más presente en el siguiente álbum, Ghost in the Machine.
Y "Shadows in the Rain" además de tener un ritmo cansino, que parece más bien salido de una jam session algo tóxica, sugieren un día como hoy, plomizo, gris, oscilante, pausado, semi acústico, entrecortado, misterioso. Plagado de efectos electrónicos que le mete Andy Summers a su guitarra, como ecos o reverberación, traen un sonido metálico que va de la mano con la siempre controvertida voz de Sting y la potencia de Copeland y sus tachos, que son pura magia.
Y si bien el tema no me parece que sea, ni cerca de lo mejor del disco,
Sting se lo llevó prestado cuando editó "The Dream of the Blue Turtles", en
1985, y para mi felicidad, lo reconstruyó de pies a cabeza, haciendo de ese
clima oscuro y dudoso de épocas no tan lejanas, una oda a las mejores
intenciones, gracias a las bases de Omar Hakim, en batería y
Darryl Jones, en bajo, el teclado diabólico de Kenny
Kirkland, el saxo de Brandford Marsalis, y las
voces, entre otros, de Janice Pandarvis y Dollette McDonalds, dream team
proveniente del mundo del jazz, que el artista eligió para iniciar su carrera
solista, a pesar del descontento de los puristas del género, faltaba más.
Sin dudas ese disco fue el comienzo de algo inigualable, más allá de las consideraciones que pueda tener, personalmente, para con el resto de cada laburo de la carrera solista de este muchacho. Y el "Shadows in the Rain" de éste primer álbum, que amo, me levanta el ánimo siempre, a viva voz.
Pero, para despedirme, porque la tercera es la vencida, dejo esta otra versión en vivo en Paris, extraída de “Bring on The Night” película documental del año 1985, dirigida por Michael Apted, que cuenta y muestra lo que fue la previa en los ensayos y el debut de la banda en los escenarios, que recomiendo ver, donde la jazzean a rabiar, como se puede apreciar a continuación.
Muy muy buenos músicos !! Pero Sting compone en otro plano , muy particular su estilo ,un genio !! Tal vez Nek lo supere?? Nu sep !
ResponderEliminarDeliciosa nota!Bring on the night es una obra de arte en cuanto a lo musical. STING hizo gloria c esos tonos de jazz y letras de canciones que estremecen por su mirada politica y de sentimientos. Un buscador.
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