DISCÓBOLO | PATIO
Por un momento tuve la vaga idea de traerles un par de discos en continuado, pensando el ansiedad que me generan los premios Gardel.
Pero en tiempos de pandemia, y después de haber estado 15 días esperando que se evapore la covideada de la casa, una va y viene con las ganas, el deseo, los quehaceres.
Así que me dije: cerrá los ojos y que salga un disco lindo.
Aparecieron varios, pero uno vino primero. Yo creo que es por que lo extraño ya. Así que este es el ejercicio que me vale para una nueva entrega de DISCOBOLO.
Ese disco lo escuchas tres veces y lo empezás a cantar a los gritos hasta que tu vecino te mande un whastapp preguntándote si estás bien.
Una locura.
Te tiene que gustar el folclore?
- Capaz un poco.
Pero con un poco es suficiente. Disco para hacerle una sola pasada de principio a fin con auriculares y después ponerlo con el parlante ese todo reventado que tenes para sacar a la vereda el domingo antes de comer.
Así, como se hace en Corina, (mi barrio, mi amor)
ANDRÉS PILAR - JUAN QUINTERO - SANTI SEGRET
La mitad de las canciones las conocía, quizá por eso intuí que ese repertorio seria un puñado de clásicos.
Cada vez que lo pongo, porque lo pongo entero, no me ando seleccionando cancioncitas. Lo pongo derecho viejo nomas. Me entran unas ganas de descorchar y tener cerca a les amigues.
Bueno, te decía.
Es un repertorio de amor, rescatado de esas canciones que hemos orejeado.
Con toda la fuerza, el olor a tierra, y esa manera tan perfecta de hacer música como lo suelen hacer estas bestias.
Pero muy importante esta capacidad de sentirle el olor a Patio al disco este.
Me dicen por la cucaracha que al Juan Quintero, que es quizás el más conocido de este trío, no le gusta andar soleando para hacer la música, y sus tríos son realmente buenos, y ni que hablar de EL DUO que supo hacer con la UNO, la voz más admirada por mí de la música Argentina, LUNA MONTI: Pero de ella hablaremos después, en otro discóbolo.
Les decía, este trío, con este disco, debería tener una herradura de oro en el muro de adobe de los grandes de folclore Argentino.
Parece ser que la onda de este disco era recuperar el trabajo de dos tríos históricos: el de Martínez-Ledesma-García, que dejaron grabaciones en la década del 40 o por ahí, y el de Juárez-Quiroga-Ríos, que hizo lo propio casi dos décadas después.
Cosa de obsesivos y ñoños nomá te digo. Pero lo agradecemos tanto…
Se juntaron el Juan Quintero con el Santiago Segret que hace acá de bombisto y cantante/bandoneonista y el pianista Andrés Pilar, de Don Olimpio que es alto grupo también y del que algún día discobolearemos.
Los dos grupos a los que se homenajea estaban sostenidos por los pianos de Carlos García y Eduardo Lagos, Dos grandes del folclore. Y así, con un buen piano como corazón de esta obra lograron esta maravillosa recreación.
Lo bueno es que así como te cantas el disco con el vaso en mano también son pa bailar. Muy pa bailar. Y te nace de cantar porque esos dúos que meten son tan identificables las dos voces que van siempre de la mano y te invitan a imitar, un día una, otro día la otra, depende el contexto. (y la graduación etílica)
Sabes qué? Casi que con este disco te haces una peña en pandemia. Podes meter versión cantante, o versión previa de almuerzo en sábado o domingo.
Y bueno… Sinceramente, espero te guste, por lo que es a mí. Me voló los patos…
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