Escribamos la historia - Día del Escritor - por Juan Eduardo Lenscack
- Una pequeña reflexión sobre el día del escritor en Argentina -
“Es un telar de desdichas
cada gaucho que usté ve”.
Martín Fierro
La tragedia parece expresar con la mejor pluma el drama argentino. Conmemorar el día del escritor con el suicidio de un socialista devenido en ideólogo del primer golpe de estado en Argentina (1930) nos debe llevar a reflexionar que probamos y defendemos la vida por el absurdo.
Alentar la “Hora de la Espada” contra la convivencia democrática de un gobierno popular como el del Peludo Yrigoyen, y dejar el aliento en soledad, con un vaso de wisky y una pastilla de cianuro, no parece ser un canto a la coherencia, y menos a la vida. No lo pensaron así quienes propusieron a Lugones como paradigma de escritor argentino.
Como tampoco lo es memorar a Mariano Moreno como fundador del periodismo en el país sabiendo que su muerte fue celebrada (y planificada) por quienes usaron su prestigio para torcer las profundas motivaciones libertarias de la emancipación.
Rodolfo Walsh es otro ejemplo de letras y periodismo memorable, desparecido por la misma tragedia que nos acompaña desde épocas de la conquista, la colonia, la independencia, la confederación y las democracias tantas veces truncadas. No por nada, celebramos la memoria nada menos que un 24 de marzo, el día más trágico para los argentinos, por donde se lo mire.
La escritura no escapa a la comunidad a la que pertenece.
Mas bien, la expresa. Lo cual nos señala también, el sentido mediador de las letras. Escribir expresa sentido, pero no es el sentido. Escribir señala el humo, pero no es el fuego; alienta una tierra sin mal, y es el alma de una comunidad (como en los guaraníes) pero no la constituye, debemos peregrinar hacia ella.
Que en el día del escritor sepamos distinguir entre lo escrito y la realidad trágica que todavía padecemos con grietas tan profundas difíciles de cicatrizar con noticias falsas y virtuosismos literarios engañosos.
Que podamos escribir nuestra historia con plumas que adornan el baile y el canto de todos y todas, y no con plumas que escondan explotación, violencias, masacres y llantos.
La tragedia de Lugones, puede ayudarnos a pensar que ya es hora de envainar la espada, la pluma y la palabra de la civilización usurera, y escribir la historia que nos merecemos.
Formosa, 13 de junio 2020
Leopoldo Lugones - Canal Encuentro
Lugones - La Hora de la Espada
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