De fogón, mate y otras yerbas - Hoy, Arraigos y Desarraigos - Por Mariana Weingast


“No será tan fácil, ya sé qué pasa, No será tan simple como pensaba, Como abrir el pecho y sacar el alma, Una cuchillada del amor”. (Yo vengo a ofrecer mi corazón, Fito Páez)

Seguimos encuarentenados, con un abanico de sensaciones que nos pasan por el cuerpo y el bocho todo el día, y así, infinito. Aislamiento mediante, vamos afilando la capacidad de observar, y por ejemplo, hablando con amistades, familia o leyendo redes sociales, apreciamos que algunas personas se destapan como seres resilientes, superando sus momentos críticos en forma productiva.

Otros, procrastinan, posponiendo sistemáticamente distintas actividades que emprendieron en algún momento, para un futuro indefinido e idealizado, que en muchos casos, jamás llega. Pero ¿qué más da? ¿Quién no lo hizo o hace a sabiendas y a mucha honra?

De pronto vemos aparecer un desfile de paranoides que desconfían de todo y todos, pero se dejan seducir por conspiraciones y teorías reñidas con la ciencia, vinculadas al Covid-19, en una actitud más rayana con la apología del delito que con delirios pintorescos. Todo esto gracias a la pandemia paralela llamada desinfodemia, esto es la divulgación sistemática de información falsa “…propagada por agentes infecciosos que no están hechos de materia sino de bits, que no se transmiten mediante fluidos corporales o vías similares, sino a través de las redes…” [1] que cada día cobra más fuerza a nivel mundial.

Acá es el momento en el que se le debería dar entrada a un ejército de sociólogos, psicólogos sociales y antropólogos para que hagan lo suyo y analicen estos fenómenos bizarros con los que nos toca convivir, para lo cual no hay barbijo, alcohol en gel ni lavada de manos que alcance.  Como dice la letra con la que voy adelantando de que viene este texto "...Van reemplazando la historia por noticias,  Y los libros por los diarios, Van construyendo imaginarios. Y así va circulando algo que todos dicen Y nadie puede explicarlo" (Pide Mas Yuta el Malón, Arraigo).

Mientras tanto, en este fogón virtual, con cada pedacito de leña que aportan quienes escriben, que nos abren la cabeza y los oídos con sus saberes o gustos, nos piden un abrazo desde sus historias de antaño, o nos regalan la posibilidad de descubrir nuevos mundos (entendiendo al “mundo” no solo desde el punto de vista geográfico sino como conglomerado cultural) nos proveemos de un antídoto para neutralizar esta otra cara de la realidad, donde el desarraigo intelectual prima por ante el sentido común y el bien social, generando malestares, desengaños, ganas de barajar y dar de nuevo.

Y con ese objetivo, hoy traigo para amenizar los sinsabores que venimos arrastrando, una banda que descubrí hace unos años, llamada Arraigo. Consolidada como tal en el año 2010, llevan editados tres discos: "Fronteras y Horizontes" en 2012, "5" en 2014 y el más reciente, "Nosotrosacayahora" en 2017,  en los que fusionan las raíces musicales argentinas y latinoamericanas con el espíritu de sus referentes musicales dentro del rock y heavy metal.


A eso le sumaron diversos intereses literarios, históricos y artísticos que han unido a sus miembros, los llevó a redescubrir además la música que se escuchaba en sus familias y a abrir la cabeza y los oídos para no quedarse estancados en la fácil. Y de a poco, fueron encontrando el espacio para reivindicar el gen cultural que nos identifica como argentinos y sudamericanos.

Por esas vueltas que de la vida, tuve la oportunidad de ver un show de Arraigo en el año 2015, en The Roxy, pleno barrio porteño de Palermo, y es por eso que vengo con esta crónica de primera mano para compartirles, porque ¿que mejor que la garra de un vivo para contrastar la técnica de una grabación con la energía en carne y hueso? Es así que esa noche pude corroborar que todos los  músicos tienen una formación de gran nivel, lo que se aprecia a primera vista y oída, al igual que los invitados que fueron pasando por esa tremenda juntada, en la que llevaron el ensamble de cada instrumento a la máxima expresión.


Guitarras poderosas y afiladas, base rítmica arrasadora, un vocalista que sabe cómo ir de la calma al estallido, como cualquier recital de hard rock o heavy metal que se precie de tal, amalgamado con los ritmos de nuestra tierra, baguala, vidala, tango, zamba, chacarera, murga, charangos, bombos, flauta traversa y vientos.

Tocaron temas propios, una brillante selección de clásicos que piden prestados, como El Témpano, de Adrián Abonizio, e inmortalizado por Juan Carlos Baglieto, Tu Nombre y el Mio de Lisandro Aristimuño, Vidas Comunes de Tabare Cardozo,  Zamba de Carnaval del Cuchi Leguizamon, La Flor Azul de Arnedo Gallo,  Libertango de Piazzolla entre otros, habilitando una sana convivencia con una distorsionada Smell Like Teen Spirit de Nirvana y el mate con el que algunos de los músicos paliaban la sed entre tema y tema, mientras nos regalaban un derroche de energía, sabiduría y compromiso social e ideológico.




En medio de todo esto, no faltó el pogo tradicional, que de pronto dio paso a que algunas parejas se animaran a  bailar unas chacareras, y para que luego se hiciera presente la Murga Las Calaveras de Constitución, convirtiendo el recinto en una calurosa velada de carnaval, y en un recuerdo imborrable de sana comunión artística heterogénea que, como tal como implica el término arraigo en sí mismo: te establece o asienta en un lugar de forma fija y duradera.  Ese lugar es donde quiero estar.  De ese lado de la mecha, siempre. 

Por eso, espero puedan tomarse un rato para oírlos, buscar sus letras en la web, especialmente las del último trabajo, y por sobre todo, que el rescoldo que arrimo esta noche al fogón sea un incentivo para seguir dándose una vuelta por este espacio. 







[1] Desinfodemia - La desinformación sobre el coronavirus viaja a la velocidad de un tuit. NOGUES, Guadalupe en  Guía de Supervivencia de Bolsillo N° 8. Disponible en https://elgatoylacaja.com.ar/pco_blog/coronavirus-la-otra-epidemia/

Comentarios

  1. Muy bueno!! Creo que el error fue subestimar todo, como que pronto pasaría la pandemia y pensar que en 15 días habría una solución.
    Pero claramente el mundo está esperando una vacuna,mientras tanto habrá que cuidarse y cuidar a los demás conservando el modo estar en lugar en que uno vive .
    Esta forma de nueva vida indefinida ,muestra los fantasmas de algunos que no pueden vivir consigo mismo y crean planteamientos siniestros sobre lo que pasa y pasara.
    Habrá que acostumbrarse a muchas cosas y cuál el Diego con los ingleses, esquivar los golpes...o tomar un rico vino...ponele.

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  2. Qué hermoso poder viajar con tus palabras a los recitales, lugares en que el tiempo y el espacio van x paralelas !Vibrante artículo!!!!

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