Darío "Loco" Dubois: rústico, irreverente y metalero - Por Sergio M.

(En este espacio rescataremos hechos y personajes de nuestro deporte, injustamente olvidados y relacionaremos sus historias con algunas elecciones musicales -bastante eclécticas por cierto- que ilustren las narraciones)

 

Hoy vamos a dedicar este página al personaje más pintoresco de los que han pasado -y probablemente de los que pasarán- por la misma.

Darío Dubois, alias “Loco”, fue un defensor central de las categorías de ascenso de la Argentina que, por sus valores estrictamente futbolísticos, hubiera pasado desapercibido como tantos otros, si no fuera por sus especiales características de personalidad y pensamiento, que muchas veces llevaba a la acción, no sin sufrir las consecuencias.


Dubois, se inició en Yupanqui en 1994 y después vistió diferentes camisetas siempre en las categorías inferiores del  ascenso, como la de Atlético Lugano (1995/97 y 2001), Ferrocarril Midland (1998/99 y 2001/02), Deportivo Riestra (1999/00), Laferrere (2000), Cañuelas (2001) y Victoriano Arenas (2002/04). En total actuó en 146 partidos, hizo 13 goles.

El Loco era fánatico del black metal y un día decidió sorprender dentro de una cancha no sólo por su garra y entrega. Su pasión por ese estilo músical lo llevó a pintarse la cara  al mejor estilo King Diamond o Kiss, y  salir así a disputar un partido. Y lo hizo nada menos que en el clásico en el que Midland, donde jugaba por ese entonces, enfrentaba a Argentino de Merlo. "Esto me da mucha polenta, vos te pintas la cara y salís a guerrear. Sé que los rivales se van a asustar, pero el reglamento no lo prohíbe.” Sus compañeros lo tomaban con humor y sus rivales algunos lo cargaban pero otros realmente le temían. Luego de unas fechas, llegó la negativa desde la AFA justificando que daba una mala imagen para la Primera División D del fútbol argentino, si, justamente la AFA hablando de ejemplos y mala imagen. Sin palabras.

La música lo influenció en el  hecho que narramos y lo trascendió por fuera de las canchas, donde formó una banda que nada tuvo que ver con el heavy metal (se llamó Tributo Rock en honor a Vox Dei). La integraron amigos del fútbol de Dubois, como Carrlos García (en guitarra, jugador de Deportivo Paraguayo), Perico Falco (en batería, futoblista de Midland), Maxi Ponce (en armónica, único integrante por fuera del mundo del balompié), Eduardo Paredes (en la voz, integrante del plantel de Deportivo Paraguayo) y Darío, que era el bajista. Tenía bien en claro que el fútbol era un medio,  una forma de ayudar a sobrevivir y el trabajo que lo ayudó a salir adelante siendo de una familia humilde.

Hay muchas anécdotas que lo pintan tan  transgresor como idealista.

“Una vez jugando para Midland enfrentábamos a Excursionistas en el Bajo Belgrano. En la segunda falta que hago, el árbitro Juan Carlos Moreno me saca la segunda amarilla y cuando me saca la roja se le caen 500 pesos del bolsillo; me zambullí al suelo, agarré la guita y me fui corriendo. Me seguían todos: el árbitro, los jugadores, cuerpo técnico, se armó un quilombo que ni te cuento. Adentro de la manga, rodeado, le dije al juez: 'Este es el premio que vos me das por echarme, hijo de puta'. Al final se lo terminé devolviendo porque sino me daban veinte fechas".

"Resulta que el primer partido que ganamos no nos pagaron, entonces decidí llevarme una cinta aisladora negra para taparme la publicidad de la camiseta. Pero justo en ese partido me la olvidé. Entonces, como había llovido, apenas salimos a la cancha hice como que me persignaba (todos los jugadores hacen eso, pero yo no creo en ninguna religión), agarré barro y me tapé la publicidad. La camiseta naranja quedó cubierta con barro. Me puteaban todos, hasta mis compañeros, no entendían nada, el sponsor se cagaba de risa de nosotros, ¿entendés? No nos pagaban, y yo con esa guita viajaba. Después en la semana, la comisión se juntó y me querían suspender, pero no lo hicieron" 

"El presidente de Juventud Unida (Juan José Castro) nos ofreció plata para perder, para que ellos ganen y para que él entrara en una reelección de San Miguel. Rata inmunda, jugamos gratis e igual queremos ganar y nos ofrecen plata; igual, no la vamos a recibir... pero es un político, ¿qué se puede esperar de él?

En 2005 le llegó la hora del retiro, forzado por cierto, a raíz de una rotura de ligamentos cruzados cuando jugaba para Victoriano Arenas de la que ni el club ni la AFA ni Futbolistas Argentinos Agremiados se hicieron cargo.  Se las rebuscó trabajando como sonidista de bandas. A mediados de marzo del 2008, una noche que regresaba de trabajar para una de ellas,  intentaron asaltarlo, se resistió y fue baleado. Tras ocho días de agonía falleció en el hospital Paroissen del partido de La Matanza.


De esa manera acabó la vida de uno  de los personajes más queridos,  revulsivos e irreverentes del ascenso argentino. Resulta obvio que la mayoría no está enterada siquiera de su existencia, ya que los medios de comunicación prefieren olvidar esas historias mínimas que representan las categorías bajas en comparación con los millones de la primera división. Por suerte quedan aún muchos pequeños espacios como éste para recordar a estos personajes.

¿Cómo te definirías? le preguntaron a Dubois. -Un payaso que se pinta la cara, pero que se mata por la camiseta- respondió.

Loco como le decían todos, payaso por propia definición. Un psicótico en un circo.

Vaya entonces como homenaje un tema de otra gente que se pinta la cara. Kiss y “Pycho Circus” en memoria del Loco Dario Dubois.



Comentarios

  1. No conocía la historia, pero por lo que se desprende de la nota este personaje no era ni un loco ni ningún payaso. A su vez demuestra que ni FAA y la AFA siguen estando para hacer componendas. Como dice el Marquez de Lampeduza "cambiar todo para que nada cambie"

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  2. Excelente. Desconocía la historia por completo.

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  3. Que historia tan interesante! . Gracoas!

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